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El Museo Nacional de Arte inaugura ATL, fuego, tierra y
viento; sublime sensación, muestra de sus colecciones
representativas
• Incluye aproximadamente 130 piezas de arte,
litografías, reproducciones fotográficas y diversos impresos
• El recinto del INBAL presenta por primera vez
una exhibición autónoma; permanecerá abierta del 11 de abril
al 29 de septiembre
El Museo Nacional de Arte (Munal) fortalece su misión con la
preservación, exhibición y difusión de sus colecciones
representativas de producción artística en México, al tiempo que
hace una revisión de sus fondos, por lo que la exposición ATL,
tierra, viento y fuego; sublime sensación, cuyo discurso se
encuentra fincado en el paisaje panorámico, vertiginoso,
orográfico y telúrico, se organiza a partir de una selección del
Fondo Atl adjudicado al recinto por el INBAL en 2007.
La muestra se nutre de una selección de 70 dibujos a lápiz y al
carbón realizados por Gerardo Murillo (Dr. Atl), sustraídos de
la adjudicación Atl de 147 obras sobre papel al Munal el 17 de
diciembre de 2007 y procedentes de los fondos artísticos y
nacionales del INBAL.
ATL, fuego, tierra y viento; sublime sensación, a cargo de Víctor
Rodríguez Rangel, curador del acervo del siglo XIX del Museo
Nacional de Arte, cuenta con 104 piezas pertenecientes al acervo
del Munal, cinco piezas de colecciones particulares y otra más
del Museo de la Acuarela.
Los núcleos temáticos abordan las representaciones del telúrico
nacimiento y erupción de Paricutín, ubicado en el estado de
Michoacán, durante los años de 1943 al 45. La fase paisajística
del Dr. Atl, en asociación con sus aficiones por la geología, la
vulcanología y la expresión misma del poder de la naturaleza, que
alimentaba su inquietud filosófica y mística, se manifiestan en
inigualables producciones artísticas de dramática y expresiva
esencia.
El seguimiento y observación del Dr. Atl, realizada día a día
sobre este fenómeno que acaparó la atención mundial, está
presente en ciertas piezas con acotaciones sobre el registro del
desarrollo de la actividad del volcán, propias de las ciencias
naturales.
Al importante conjunto pictórico de monumentales paisajes del Dr.
Atl se suman producciones plásticas de Eugenio Landesio, José Ma.
Velasco, Carlos Rivera, Cleofas Almanza, Joaquín Clausell,
Francisco Goitia, Luis Nishizawa, Pedro Flores, Mario Almela y
Jorge Obregón, que conforman una secuencia de casi un siglo y
medio (1870 – 2016) que se descifra con naturalidad, entendiendo
las sutiles modalidades conceptuales, estilísticas y técnicas
propias de las asociaciones de los maestros con sus contextos
artísticos.
La exposición de un conjunto amplio de este importante lote no
había tenido lugar en el Museo Nacional de Arte como una
exhibición autónoma, por lo que la producción pictórica como
acento de los cuatro órdenes temáticos resulta espectacular para
el visitante. Dos polos opuestos: violencia volcánica y serenidad
campestre y alpestre, invitarán al público a contemplar serenos
panoramas bucólicos de valles, nevados y bosques montañosos
plasmados por diversos artistas mexicanos.
A la par de los señoriales lienzos y meticulosos trabajos
dibujísticos de un artista patrimonial, considerado monumento
histórico y artístico de México, como el Dr. Atl, se apreciarán
estudios preparatorios para sus composiciones paisajistas en un
ejercicio que revelará otra importante faceta de su producción.
La enérgica interpretación artística del violento nacimiento y
desarrollo del Paricutín da pie a escenas “dantescas” de fuego,
gases y lava. Las claves del paisaje “sublime”, son destacadas
en estos panoramas y vistas que más que dantescas, amenazantes o
violentas sensaciones, trasmiten al espectador las sugestivas
cualidades poéticas y naturalistas no sólo del Dr. Atl, sino de
exponentes como Cleofas Almanza, el último gran genio del
paisajismo académico decimonónico en la línea Landesio-VelascoAlmanza; a lo que se agrega la contemporánea y fresca visión de
Mario Almela.
Diez dibujos al carbón y al grafito, piezas con acotaciones
puntuales, croquis y panoramas cargados de inscripciones sobre
fechas y características de la manifestación volcánica y telúrica
guardan un fascinante vínculo entre las anotaciones científicas
de un geólogo o vulcanólogo y el inigualable acento plástico y
sugestivo del Dr. Atl como paisajista nato.
A partir del monumental óleo Paisaje con volcán, de la colección
Maricarmen y Jorge Ramos, se hace un correlato curatorial en este
espacio con ocho dibujos, impresos y un cuerpo de fotografías.
Además de la pintura La sierra del Dr. Atl y Gigantes de México de
Pedro Flores.
Con la exposición permanente La Academia de San Carlos. Ilustración e independencia el Museo Nacional de Arte continúa con la renovación de sus salas. A partir del 26 de septiembre en la noche de museos, el público apreciará más de 80 obras pertenecientes a la colección del museo y cuatro de colecciones privadas que recorren los siglos XVIII y XIX.
Con la curaduría de Abraham Villavicencio y Víctor Rodríguez Rangel, la muestra sigue la influencia de la Ilustración en el último periodo del arte virreinal, desde la creación de la Academia de San Carlos, hasta la influencia del movimiento independentista en el arte creado dentro el territorio nacional
Divididas en ocho núcleos y restauradas para volver a las salas de exhibición, se presentan obras como Cristóbal Colón (1858) de Manuel Vilar, Galileo en la Universidad de Padua demostrando las nuevas teorías astronómicas (1873) de Félix Parra, o el Retrato de Carlos III (1760) de Juan Patricio Morlete Ruiz.
La Academia de San Carlos. Ilustración e independencia es la continuación del proyecto de renovación de salas que inició en 2014 con Territorio ideal. José María Velasco. Perspectivas de una época y que continuó en 2016 con la muestra De la piedra el barro. Gliptoteca, escultura mexicana de los siglos XIX al XX.
Imagen: Galileo en la Universidad de Padua demostrando las nuevas teorías astronómicas (1873), Félix Parra [detalle].